martes, 21 de febrero de 2012

Que del cielo me salven

Si esto que camino es el cielo, que del cielo me salven. 
Soy una nube solitaria azotada por relámpagos, soy una nube que se quiere desinflar
Qué muera el cielo y su agonía.
Camino entre otras nubes, flotan absurdamente como yo.  


Que del cielo me salven

Que del cielo me salven

Que del cielo me salven

El cielo no es un cielo, el cielo es una nube sonriendo mientras se ahorca en relámpagos.

El cielo es un ladrón de pelotas, aviones de papel  y cometas con colas de color que se ennegrecen enfurecidas hasta explotar en relámpagos sus alas quebradas

El cielo no es un cielo, el cielo es un encanto amargo que arremete contra, nosotros, sus habitantes.

Trueno en silencio con el cielo.

Trueno en silencio con el cielo.

Trueno en silencio con el cielo.

Que alguien me salve de este cielo que me mata, 
que alguien me salve de este cielo que me ahoga,
que alguien me salve de este cielo que me convierte en un trueno reprimiendo carcajadas negras

Soy una nube que no llora su vergonzosa lluvia ácida. 
Soy una nube que no sabe tronar la amargura de este cielo.

Hay, que el cielo me salve del cielo

que el cielo me salve del cielo

que el cielo me salve del cielo

de este cielo ennegrecido que no deja,  ya, ver las luciérnagas que se agarran del techo de la noche

Soy una nube guardando una calma solitaria y forzada. 
Exploto sin llover, 
me repliego sobre mí, 
se oscurece con fuerza mi vapor endurecido,
 me arrugo de tanto no llover,
 ya soy una piedra cayendo de la calma agónica del cielo a esta tierra de agonías.

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