domingo, 25 de julio de 2010

Carta previa a un escape

Un espíritu lo agarra, y hace que grite y
que le den ataques y que eche
espuma por
la boca. Lo maltrata y no lo quiere soltar.
Lc 9,39


Llevaba tres semanas padeciendo esta tortura, en los últimos días no me había movido de una esquina de la pequeña y oscura habitación que arrendaba.
Ellos me poseían, todo el tiempo me vigilaban, hacían ruido en mi cabeza, hablaban todos al tiempo, me daban ideas alocadas, buenas, santas, diabólicas, olores, sabores, sentimientos, imágenes, sonidos, recuerdos, canciones, preocupaciones, oraciones, formulas; todos al tiempo, hablando tanto que no decían nada.

Tanto, que ni siquiera podía entenderlo, también cuando pecaba, también cuando oraba, rujian con ferocidad en mis pesadillas aun cuando estaba despierto, me encerraban en pinturas abstractas, eran como demonios que me asaltaban, me atacaban. Daban una triste alegría, una dulce amargura, me estresaban y aburrían, eran antigua novedad, me engañaban con la verdad, me encarcelan con la libertad, me libertaban con la esclavitud. Eran reales en la fantasía, eran tímidos y abusivos, como un pobre acaudalado, como un lento acelerador, eran aceptada negación, eran desnudos acorazados, eran una falsa realidad, que no dejaba de seguirme, deseaba huir y no escucharlos, pero estaban en todas partes, no podía esconderme, no eran la mirada de Dios, ni los impuestos, eran algo más peligroso y mortal; eran mis pensamientos.

Unos rellenos de flacura, tan enanos como el Olimpo marciano, tan salados como la miel, tan cuerdos como la locura, unos gigantitos, y otros chiquitotes, eran impura pureza, eran triste alegría. Eran la sombra blanca de mi luz negra.
Un día se alejaron, no por atender mis gritos callados. Simplemente se alejaron.
Toqué silencio, saboree vacio, oí blancura, olí inexistencia, vi soledad, pensé nada, justamente nada. ya no me atacaban ¡ya no me seguían! ¡Era libre de ellos! No me alegré, cuando un miedo se aleja es porque viene uno mas poderoso.
Yo tenía razón, venía a mi algo con más poder, un solo pensamiento, un pensamiento mas grande que todos, era un pensamiento sobre ti, era un pensamiento de amor. Tu amor fue quien me libró de ellos. ¿Nos fugamos? --dijo tu abuelo.

sábado, 24 de julio de 2010

A un cazador de algodones

Si me dijeran pide un deseo preferiría tener un rabo de nube.
Silvio Rodriguez Rabo de Nube


Paseas blanca mascota siempre a esa hora en la que yo me paseo a mí para ver la tarde, para respirar el aire que calienta el sol. Tengo 10 segundos al día para para darte un tímida sonrisa que no contestas y que no se si viste. Sigo caminando no dejas de mirarme. Cada día pasa igual de lento hasta que llega esa hora en que tu perro desea un paseo para orinar, tiempo en que salgo a caminar para orinar conflictos no resueltos y ensayos no terminados y otra vez no contestas mi sonrisa, no importa lo intentaré las veces que sean necesarias. Asistamos puntuales a nuestras citas de que a veces se alargan a 15 o 20 segundos.



Llegué corriendo por el retraso de una llamada, estabas mirando tu reloj, sentado junto a tu perrito blando, esponjoso, liviano, que camina como flotando y mueve su colita de algodón blanco y gris. -- ¿Por qué tienes de mascota una nube? Pero no respondiste, cargaste tu nube con cuidado de que el viento no la deformara. Debí preguntarte por el clima o por tu nombre pero no comparar tu mascota con un algodón errante.



Hoy te espero no llegas ¿Qué pasa? ¿Se ofendió tu perrito? ¿lo llevaste a llover otro lado? ¿fuiste a cazar más nubes? Te espero hasta que oscurece, no hubo lindo atardecer. Mejor camino por una ruta diferente. Después de un rato veo parte de tu cabello, esponjado y oscuro como nube tormentosa, tras una pared. Estas murmurando --descubrieron nuestro secreto, además mi madre no soporta más lloviznas en el tapete, te extrañaré. Me asomo algo mas y veo como le quitas la correa azul a tu amigo y dejas que se una flotando al cielo gris donde muerde una nube salchicha, veo una nube gato que persigue una nube ratón, una nube flor y una nube nota: MAÑANA A LA HORA DE SIEMPRE.
Para Tomy una mascota que volvió a las nubes (2001-2010)