miércoles, 26 de octubre de 2011

En colores rancios.

Querido onomatopeyador

Termina un día lleno de nostalgias y tristezas causadas por las razones de siempre. Tal vez tus mismas razones, tal vez las razones de todos. Una suma de fluidos guardados, de enfermedades reprimidas, así respiro hoy. Respiro a suciedad nunca barrida. Sanitarios que llevan generaciones sin ser vaciados. Así es el olor de este día que termina pintado con colores rancios.

Y decir que este día eterno termina, no es más que un deseo. Llevo muchos días en este día. Ojalá fuera un déjà vu rutinario que me diera una agónica estabilidad. En este día mi solución eterna ha sido: “evadir el tema hasta morir”. Mi querido onomatopeyador tu que eres bueno para evadir ¿te ha pasado?¿te han funcionado soluciones así? Ayuda. Evadir se me ha hecho más complejo que el tema mismo.

Y resulta que…

Es que ya no …

Por eso…

No saber qué…

Y es oscuro…

y me asusta…

y me escondo…

No. No más. Me iré a escribir a otro lado. A algún lado que no exista.

jueves, 20 de octubre de 2011

A alguien que cruza la calle


“Si no fuéramos algo más
que individuos aislados,
si cada uno de nosotros
pudiese realmente ser
borrado por completo
del mundo por una bala
de fusil, no tendría ya
sentido alguno relatar
historias. ”
Hernann Hesse



Tal vez sea esta la única vez que nos veamos, la ideal casualidad de que crucemos la calle al tiempo. Una oportunidad reveladora. Cuando venía hacia acá tropecé con un gato, hablé con un árbol, le pregunté al celador si vio la luna acolchada de anoche. Tal vez tú regaste el chocolate, decidiste no peinarte, recibiste luego una llamada, tal vez una hormiga te habló pero no pusiste cuidado. Sólo llegaste puntual y exacta a esta cita no citada para cruzar la calle conmigo. Exactos los segundos, exactas las horas. No importa, el tiempo es relativo.

Mis cobijas están calientes como esta media mañana de domingo, creo, ese es el día de hoy… domingo. Lo sé porque hace sol, tengo algo de mareo y un buen recuerdo de anoche. Creo que si es domingo. Huele como a las 11:20
am, dos o tres segundos más, o dos o tres horas más. No importa, el tiempo es relativo como todo. Huele a Iglesia, huele a malos programas de TV, huele a formalismo, huele a familia y a vómito de bebé. Huele a pizza rancia entre mis cobijas calientes, definitivamente es domingo..

No es fácil que el universo permita a dos desconocidos trozos de materia, coincidir en un fragmento de espacio, en un pedazo de relativo tiempo. Piensa en la hormiga, el árbol y el gato. Piensa en el chocolate, el cabello, el teléfono y no olvides la luna. Todos ayudando a que nos acompañemos por dos o tres segundos, o por dos o tres horas. No importa, el tiempo es relativo, como todo.

Mi media naranja en la almohada, huele feo, la otra media continua en mi pie. También huele feo, como mi ropa sucia de ayer. Como mis zapatos sobre el PC. Como los brasieres, que una vez fueron blancos y ahora están bajo la cama. Mi nuca lagrimea algo pegajoso. Me intento parar, me
mareo, caigo sobre un resto de Coca-Cola, lleno ya, de
hormigas.
Tal vez si hablamos descubramos que no tenía sentido alguno cruzarnos. Tal vez descubramos que ha sido una mala jugada del destino, o tal vez nos riamos, no importa si reímos juntas o si ríes de mi. Sólo quiero que me recuerdes, sólo quiero hacer parte de los sucesos únicos y mágicos que conforman de tu existencia, sagrada, como todas las existencias. Sólo quiero conversar por dos o tres segundos, o por dos o tres horas. No importa el tiempo.

Buscaré el antídoto contra este zombie ambiente . Respiraré agua, que cada poro de mi piel caliente se ahogue, se atragante,
con agua de domingo. Que cada poro oiga el agua caer en el piso de la ducha y que mis oídos imaginen que estoy en una cascada.
Que cada poro comente a su vecino ¡deseo cascadas con más frecuencia! --¡prometo que al menos una vez a la semana! les digo, pero ellos ya no me
creen. Saldré a pastar asfalto, saldré a ver luz, a buscar rutina, a cruzar la calle por dos o tres segundos.

Sólo quiero saber cómo estás. ¿en quién piensas? ¿planeas que harás hoy? ¿recuerdas qué hiciste anoche? Quisiera saberlo sólo porque si, sólo porque no. Si hablamos tal vez podamos descubrir que tengo algo que tú buscas o que tienes la respuesta que nadie me da. Si tan sólo vieras que te estoy sonriendo. Sin tan sólo despegaras tu mirada de la cara
pálida del pavimento. Tan sólo por dos o tres o segundos, por dos o tres horas, no importa el relativo tiempo.

Me siento en el parque por dos o tres segundos, o por dos o tres horas. No importa, el tiempo. Si lo mido, tal vez olvide vivirlo. El parque huele a marihuana, huele bien. Ya que no me sonreíste leo el periódico para
sonreír por lo menos de ironía. Y me quedo dos o tres segundos, o por
tres horas.

Publicado en la primera edición de La Astilla en el Ojo. www.laastillaenelojo.tk