sábado, 30 de abril de 2011

CRUZAR LA CALLE

Tal vez sea esta la única vez que nos veamos, la ideal casualidad de que crucemos la calle al tiempo. Una oportunidad reveladora. Cuando venía hacia acá tropecé con un gato, hablé con un árbol, le pregunté al celador si vio la luna acolchada de anoche. Tal vez tú regaste el chocolate, decidiste no peinarte, recibiste luego una llamada, tal vez una hormiga te habló pero no pusiste cuidado. Solo llegas puntual y exacto a esta cita no citada para cruzar la calle conmigo. Exactos los segundos, exactas las horas. El universo conspira mientras tu no miras a quien cruza la calle contigo.