sábado, 8 de diciembre de 2012

De cuando se extraña

Tu me preguntas siempre como me siento cuando estoy contigo pero no me preguntas que siento cuando no te tengo cercca. Te lo voy a contar: siento como un calorcito llegando a los hombros, un calorcito como agridulce. Es dulce pero triste. Es algo como saber que estàs pero no, que te abrazo pero no. Es una especie vértigo, de caída lenta que no para hasta que te vuelvo a ver. Así he sentido estos días. Aún así siento los días tibios, felices, tranquilos, libres. Te siento y te nombre. Te pienso, te extraño.

Hasta pronto.

domingo, 15 de abril de 2012

Camarada lejana (5)

 Una nueva carta visitante. También lunática, también ridícula. 
Hoy Mary embotella una carta sincera, penetrante, para releer.


 Camarada: Hace rato no nos encontramos entre pasillos, tal vez había estado en
los últimos días perdida entre tanta teoría psicoanalítica del viejo Freud que bien enterraditos
estén sus huesos pobrecillo loco ENLOQUECEDOR¡¡¡¡

Pero siempre me hace feliz leerla y
perderme por bastante tiempo en lo que escribe, en la sencillez y la profundidad de lo evidente y

cotidiano que pasamos por alto…
 y así logro estar en contacto con usted que es una hermosa persona
con la que me cruce por un instante fugaz en el camino de la vida, aunque definitivamente espero
que no sea de la única forma.

Tal vez en los últimos días de estudio haya visto en mí la persona detestable que puedo llegar
a ser, tan ruidosa y payasa, farandulera e inmadura que prefiriera pasar como si no me viese y
evitarse la incomodidad de saludar un espécimen así. Pero bueno, todos tenemos demonios
contra los que luchamos y ahí voy yo…. luchando¡¡¡
Soy Palabra
















Cartas embotellas poco a poco empiezan a llegar a los destinatarios….
transeúntes cibernéticos que nos adjudicamos las historias de sus relatos al recrear las imágenes
en nuestras propias vidas…. Hace unos días leí su blog, con varios participantes de cartas…de una
en especial me percaté …la que hablaba de barquitos de humo debido a la singularidad de la
estructura del artefacto imaginario, o muy real en esta realidad desatornillada , lunática y ridícula
que nos empeñamos en llevar los simples mortales¡¡¡¡,

Llamó mi atención ya que desde hace un tiempo vengo yo viajando en unos barquitos amarillos
de cianuro a causa de un amor improbable como me gusta llamarlo y no imposible como suena
más nocivo para las terminales amorosas de mi corazón.

 Tal vez a otro desprevenido cibernético
o a usted le pase lo mismo, tal vez nos cruzáramos en mares de mariposas violetas que surgen de
estornudos amarillos: snifff, snifff, salud¡¡¡¡…tal vez, en otro tiempo fuéramos camaradas en
campañas de lodo verde, en un té de no cumpleaños o viendo amaneceres rosados mientras
las lagrimas regresaban a nuestros ojos al ver terminar la magia de la noche… quizás no sea yo
la única que vaya con mi traje humano todos los días donde el señor CARADURA para que lo
sintonice para esta realidad mal oliente y encrespada… tal vez otros camaradas hallan ingerido
también un licor llamado BOMBA DE TIEMPO que los haga estallar en sincronía con todas sus
mascaras y los deje únicamente con banderitas blancas ondeando desde sus embarcaciones;
aunque por lo pronto, dejare de escribir cartas de amor que en efecto no deben llegar a su
destinatario, desdoblare los barquitos amarillos hechos con papelitos de cervezas y procederé a
volar sobre las alas de las mariposas violetas mientras al corazón poco le importen las cosas de la
razón.


Me gustaría conservar con usted si fuera posible por lo menos una relación cibernética de letras,
mmm a mi no se me da muy bien lo de escribir…. Creo que caigo en la rutina agobiante del escritor
bonachón y rimbombante, y además sufro de gravesssssss problemas ortográficos , pero me gusta
imaginar que de corazón soy escritora pues no puedo dejar de comunicar, y también me gusta
imaginar que tal vez alguien me comprenda en mi locura, que tal vez sea UNA LOCURA COLECTIVA,
ajjaja como propondría sutilmente Jung, y entonces seamos muchos creativos inventores
de elefancios y dando saltos entre nubes acolchonadas o de esas rayaditas como por pincel,
construyamos un mundo donde una uniforme locura nos permita comprendernos y conocernos.

Que este muyyyyy bien, que la fuerza del cosmos siempre esté con usted¡¡¡¡ ;)

Mary

sábado, 31 de marzo de 2012

De reconciliación a Pereira

Y yo que creía Pereira que eras un círculo más del infierno, un patio más de éste país de encarcelados. Discúlpame. Podemos volvernos a conocer. ¿si? ¡Hola! ¿Te llamas Pereira?, mucho gusto, me llamo Sara  y me gusta el color verde. Quisiera saber, ¿Cuándo podemos hacer el amor? ¿Puede ser ya? Es que hemos perdido mucho tiempo, de ese tiempo que se va corriendo con sus patas largas.

Quisiera tocar una a una tus grietas, esas que van surgiendo en la arquitectura improvisada de los barrios, besar una a una las piedras del Otún, tomarme toda su agua y sentir que entras en mi. Borrarte toda con letras, reescribirte pedazo a pedazo empezando por esos puentes tan surreales atravesando quebradas. Saborearte en entre los mangos y guayabas que van creciendo en todo lado sin pedir permiso, observar tu piel hecha gente, piel siempre tan libre que camina coqueteando con el sol y yo que creí haber visto todos tus lunares ya y conversado con todas tus caras. Yo creí que ya había escuchado todos los nombres de tus barrios. Que era imposible perderme otra vez.

Ay, perdóname.

martes, 21 de febrero de 2012

Que del cielo me salven

Si esto que camino es el cielo, que del cielo me salven. 
Soy una nube solitaria azotada por relámpagos, soy una nube que se quiere desinflar
Qué muera el cielo y su agonía.
Camino entre otras nubes, flotan absurdamente como yo.  


Que del cielo me salven

Que del cielo me salven

Que del cielo me salven

El cielo no es un cielo, el cielo es una nube sonriendo mientras se ahorca en relámpagos.

El cielo es un ladrón de pelotas, aviones de papel  y cometas con colas de color que se ennegrecen enfurecidas hasta explotar en relámpagos sus alas quebradas

El cielo no es un cielo, el cielo es un encanto amargo que arremete contra, nosotros, sus habitantes.

Trueno en silencio con el cielo.

Trueno en silencio con el cielo.

Trueno en silencio con el cielo.

Que alguien me salve de este cielo que me mata, 
que alguien me salve de este cielo que me ahoga,
que alguien me salve de este cielo que me convierte en un trueno reprimiendo carcajadas negras

Soy una nube que no llora su vergonzosa lluvia ácida. 
Soy una nube que no sabe tronar la amargura de este cielo.

Hay, que el cielo me salve del cielo

que el cielo me salve del cielo

que el cielo me salve del cielo

de este cielo ennegrecido que no deja,  ya, ver las luciérnagas que se agarran del techo de la noche

Soy una nube guardando una calma solitaria y forzada. 
Exploto sin llover, 
me repliego sobre mí, 
se oscurece con fuerza mi vapor endurecido,
 me arrugo de tanto no llover,
 ya soy una piedra cayendo de la calma agónica del cielo a esta tierra de agonías.

sábado, 4 de febrero de 2012

Anécdota (4)

Una anécdota: hace tiempo caminado por un parque encuentro un papel doblado, con sorpresa y emoción descubro que es una carta tal vez enviada por el viento, tal vez nunca encontrada. Me veo en la responsabilidad de embotellarla acá para que siga flotando hasta llegar a su destino.
Transcribo algunos fragmentos (con la ortografía original) y abajo la imagen escaneada de la carta.

Mira TU pero lo que siento por que lo siguiente que voy a escribirte, me toca hacerlo con mi puño y letra, Por que quien quiere escribirte de verdad es mi alma, y no lo puede hacer, es ese sentimiento profundo que uno lleva allí, que casi nadie puede hacerlo salir como tu lo haz hecho, por eso, ese sentimiento que sale desde mi alma te dice…




TU y yo llevamos un largo tiempo y nunca te había escrito, a pesar de que me enceñaste, hace mucho a demostrar lo que siento en el alma, espero que estas palabras que de salen… y con mis lagrimas sangre o mis verdaderos sentimientos, me gustaría escribirlas o sellarlas para que siempre queden en la memoria y no sean más que palabras, por eso te quiero agradecer por lo que eres por haber sabido esperar, por haber tenido el suficiente tiempo para entenderme, para quererme y amarme no te pido que piences que estas son las unicas palabras. Pero siempre pienso en ti, ahora dime que piensas, que quieres, que sientes…





lunes, 2 de enero de 2012

Carta desde el paraíso

A cierto periódico

Ya que desde donde estoy no puedo escribirte como habitualmente lo hago encuentro una manera alterna ya que tengo papel y tinta. Te cuento, estoy en mi casa, en mi casa real. Hoy pasaré una noche helada acá. ¿Sabes? Hace año y medio no entraba a mi casa, el tiempo máximo (además exageradamente largo) que he pasado fuera de ella después de haber vivido muchos años acá. Al principio no había nada, ni paredes, ni comunicaciones, ni vecinos, ni nada. Mucho después llegó el teléfono fijo, nunca llegó la TV, el internet ni hablar y la señal de celular aún no termina de llegar a este hueco entre cordilleras que nunca he podido saber si pertenece a Santa Rosa o a Pereira. Es lejos en todo caso, para llegar se pasan tantas vías a punto de derrumbarse y derrumbándose, tantas veredas, tantas historias que parece que se estuviera llegando al otro lado del país.

Hace frío, mucho frío, se me están congelan las palabras por acá (Y a veces se quedan así mucho rato más) Claro, supongo que tú debes saber de estos climas tan montañeros, tan alejados del mar y tan cerca de las estrellas. Por cierto hay unas estrellas enormes, enormes, un poco empañadas por la neblina, pero no por humo, ni edificios, ni luces artificiales. Acá el cielo es mío, sin que nadie lo tenga que bajar para mí. Las estrellas, que lindas, ese lugar común que nunca es del todo cursi. Pero acá no solo hay estrellas, hay bosques. Hay barraqueros que se paran en mi ventana, carpinteros, toros de monte y colibríes. Todos se paran ya, con confianza en mi ventana. Hay serpientes, monos, osos, ardillas, armadillos y según la guía turística venados, dantas y un montón de especies más que hasta ahora no veo desde mi ventana. Jé, esto parece un cuento Disney, parece como Blanca Nieves pero sin brujas o Caperucita Roja son lobos. Pero el cuento que he leído toda la tarde sobre una piedra de corrientoso (y helado) Río Otún es a Neruda confesar que ha vivido entre bosques, persecuciones y poesía. Me siento por ratos dentro de ese libro descaradamente mágico.
Hay neblina, las nubes hoy han bajado a la tierra para luego quedarse camufladas en la corriente espumosa del Otún, en las hojas del Yarumo, en las barbas de los abuelos, en las mascotas peludas.
Mi comida de hoy fue queso paramuno, trucha del Otún, pan y café. Lástima que le café no sea recién recogido, por acá se cambió el cultivo del café por el de la cebolla, pero eso es otro cuento. El hecho es que, ésta la región cafetera está dejando de producir café.
Lo mejor de hoy, es que estoy sola. Bueno casi sola, porque estar acá con papá o sin él da lo mismo porque esta cabaña tiene su alma, su amor, sus años. Cada tabla, cada puerta, fue puesta por él, mientras yo en pañales daba mis primeros pasos para acercarle puntillas con las que un poco tiempo después me lastimaría, luego mi hermana, luego mi hermano, luego mi hermanita. Mamá luego nos consolaría y gritararía –“¡¿ves?! Por no terminarlas de clavar bien.”
Hace rato papá cortó un par de ramas de eucalipto, está haciendo un bebida con ellas y toda la madera está quedando impregnada con el olor del eucalipto.
Encontramos en un escondite secreto una vieja cámara fotográfica de papá, una bella Polaroid que tiene alrededor de 30 años, bajamos a la vereda a comprar algo para el desayuno de mañana y pasé a mostrársela a un amigo que no estaba, el destino no quiere que me encuentre con él.
Caminé hacia el Amparo San Marcos, un hogar del ICBF que antes era una casona colonial más perdida en el monte que mi cabaña. El camino hacia ella es absolutamente oscuro salvo por la linterna que apago para que me guíen las muchas luciérnagas y los ojos de un perro (nube) que me sigue. De regreso paso por un puente, un mirador del Otún, la luna solo deja ver su corriente blanca. Luna y el Otún juntos hacen que comience a sonar en mí esa melodía “Ángel para un final” solo la melodía, nada de la voz de Silvio.
Justo ahora estoy por dormirme, estoy súper cómoda, tengo mi sleeping sobre dos colchonetas. Tengo cobijas y cojines. Tengo una ruana ecuatoriana (de papá) que me llega hasta los pies. Un poco más y dormiré más cómoda que en una cabina de radio (Y es que estar más cómoda que en un lugar con aire acondicionado, piso y paredes acolchadas, buena música y doble puerta anti-sonido, es cosa seria.) Oré, antes de venirme a este nido, con papá al Dios que hizo estas maravillas. Chau. Mañana me levanto muy temprano. En el campo uno siempre se levanta temprano creo que es porque estamos más al oriente y el sol llega antes. Papá dice es el humo de las carros que hace adormecer a la gente de la cuidad. Yo creo que es la cuidad misma.