viernes, 16 de diciembre de 2011

CARTA A LA POETIZA QUE NUNCA REGRESÓ. (3.)

Hoy Julian Martinez nos comparte una carta sumergida en barquitos de humo. Leer despacio para no ahogarse.

CARTA A LA POETIZA QUE NUNCA REGRESÓ.

Pasará la luna noche tras noche
Dibujando el marco de tu ventana,
Fría y silenciosa,
Espiando el movimiento de tus pensamientos,
Y tú,
Sumergida en tus barquitos de humo nocturno
Fecundas a Penélope sobre un papel...

El sol se asomará en tu sonrisa
Y acariciará tu espalda
Para tratar de no ahogarse en tus oscuros cabellos,
Pero tú,
A través de su calor,
Sumergida en las mañanas tristes,
Fecundas un poco de alba sobre un papel.
La tarde evocará en ti
El llamado de un pequeño café
Para estremecer los nervios y darle la bienvenida
A la lasitud de tus deseos
Dibujando un poco de locura,
Y tú,
Sumergida en respuestas anheladas,
…Fecundas un poco de vos…

viernes, 9 de diciembre de 2011

Escapaste de todo, menos de ti. (2)

Hoy Danniela Bolivar nos trae una carta llena de sentimiento, de ausencia.

David
Hay veces que ser yo, no lo es todo. Cuando tienes tanto y sientes no tener nada. Caminas por la vida solo. Yo callo pero a veces, así es que me siento. Aprendes a aceptar que las cosas más grandes se acaban solo con un momento. Aprendes a vivir en un mundo de traición de fuego y máscaras con valor. Te acostumbras a llevarlo todo a los extremos. Somos de la calle y así es que todo lo hacemos. No se mide mal ni bien, ni se valoran cosas que convienen. Todo va tan rápido, hasta que llego a casa y te miro a los ojos, te abrazo y todo se detiene. Y me arrepiento de haber hecho tanto, de haber caminado tanto tiempo ciego y haber perdido el sentimiento. Que la música es eterna y por eso estoy aquí diciendo esto, para el día en que yo falte lo guardes para siempre.
Una canción habló por ti. No estás frente a mí para escuchar lo que pienso porque lastimosamente se me hizo tarde, no solo estas palabras, sino nuestra loca infancia y juventud, tus carcajadas, tus histerias y tu compleja vida, serán lo que guardaré para siempre. No comprenderé nunca porqué decidiste marchar sin avisar, porqué terminar con una vida que si bien fue dura, fue muy valiosa.
Hoy asimilo con cordura que ya no estarás aquí y rogaré mucho a Dios para que seas un gran ángel, volando en busca de la felicidad que acá no te pudo llenar.
Un día me pregunté cómo sería el momento de tu partida. Irónicamente la muerte se burló en tu cara tantas veces y Dios no permitió que le hicieras caso, cuantas veces el destino quiso cerrar tu mirar, apañar tu sonrisa y sin embargo saliste ileso. Ahora aunque me cueste, tristemente me respondes, no sé si para esto estabas destinado, pero escapaste de todos, menos de ti mismo.

Con todo mi amor, te amará por siempre tu Pri Danny.

martes, 6 de diciembre de 2011

Cartas por montones.

Ante lo extraño que es encontrar un concurso literario dedicado a este “género menor” de las cartas recibo gratamente esta invitación que ahora comparto. La invitación viene navegando desde el Ayuntamiento de Coria (España) se trata del “V Concurso ‘Pablo Neruda’ de cartas de amor.”
Evocando además al gran Neruda, esta bella iniciativa se atreve preguntar por la belleza de lo privado, por ese monólogo mudo que busca respuesta, por ese remedio que no remedia la ausencia, por las emociones de lo íntimo que se enredan entre cuadernos amarillos, servilletas, ondas electro magnéticas, en correos electrónicos, en aviones de papel y a veces en botellas.
Acá toda la información






Otra convocatoria que me alegra es la segunda recolección de material para La Astilla en el Ojo que ha tenido en cuenta “cartas poéticas” como una categoría entre las literarias. Muchas expectativas para esta segunda edición.
Un día lleno de cartas.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Una botella que regresa. (1.)

Entre tanta carta que envío me llega una de regreso. Di con ella en una improvisada botella. A continuación la publico. Mil gracias Cesar Augusto por embotellar sus cartas por acá.

A Sara no le gustan los gatos.

Siempre he querido buscar lo verdaderamente poético. Aquello que hace que los ocasos, las noches, las gotas de lluvia impregnadas en la ventana y los días grises de Noviembre sean tan maravillosos. ¿Por qué me siento tan identificado con ellos? ¿Por qué no tengo palabras para describirlos? Seguramente sabes a qué me refiero Skywalker, tú te dedicas a escribir y por supuesto, lo haces mejor que yo.

Como alguna vez te lo referí siguiendo un artículo de El Malpensante (si, muy mamerto lo admito) caminar ayuda a despejar la mente. Y yo personalmente necesito un faro entre tanta niebla, existente o inventada, al fin y al cabo no me deja ver. Hay una precisión tuya al respecto que me agrada bastante, un tweet inocente no tan inocente en el que declarabas al gato como la mascota oficial del mamerto, del academicista, del hiperintelectualoide, del pseudointelectual.

Los gatos son magníficos por su alto grado de independencia, casi podría decirse que actúan con personalidad. Los gatos le gustan a la especie de hombre que lee a Borges, que cita a Cioran con frecuencia para parecer cool ante los demás, intenta parecer apolítico para demostrar cierto desencanto posmoderno (como si se pudiera hablar de eso aquí) y se dice amante de la música clásica pese a que solo conoce la rapsodia húngara No 2 de Lizst. Que cosas Skywalker, yo saliendo a caminar y me acuerdo que no te gustan los gatos.

Yo tengo un perro, por cierto muy valiente. Sobrevivió a un accidente de tránsito cuya culpa de la eventualidad discurre constantemente en el triángulo taxista-perro-yo. Pese a todo, me pregunto qué me preocupa, si convertirme en un tipo así o simplemente dejar de ver por creer que estoy viendo. Me gusta cuando lloras masacres sobre pilas de cadáveres de celulosa, cuando escudriñas cualquier espacio ajeno a los ojos comunes y me haces recordar que la poesía se trata de buscar el encanto que se ha perdido, todo un acto revolucionario. Con odas a la ignorancia o con cartas embotelladas me diagnostico enfermo de necedad. También que debo aprender a escribir epístolas, mira donde he llegado, pero el minino mimado o la mirringa mirronga es solo la chispita que desata la erupción de sensaciones.

Recapitulando Skywalker, mientras caminas en las estrellas, yo recuerdo que a tu homónima Sara, no le gustan los gatos.