viernes, 9 de diciembre de 2011

Escapaste de todo, menos de ti. (2)

Hoy Danniela Bolivar nos trae una carta llena de sentimiento, de ausencia.

David
Hay veces que ser yo, no lo es todo. Cuando tienes tanto y sientes no tener nada. Caminas por la vida solo. Yo callo pero a veces, así es que me siento. Aprendes a aceptar que las cosas más grandes se acaban solo con un momento. Aprendes a vivir en un mundo de traición de fuego y máscaras con valor. Te acostumbras a llevarlo todo a los extremos. Somos de la calle y así es que todo lo hacemos. No se mide mal ni bien, ni se valoran cosas que convienen. Todo va tan rápido, hasta que llego a casa y te miro a los ojos, te abrazo y todo se detiene. Y me arrepiento de haber hecho tanto, de haber caminado tanto tiempo ciego y haber perdido el sentimiento. Que la música es eterna y por eso estoy aquí diciendo esto, para el día en que yo falte lo guardes para siempre.
Una canción habló por ti. No estás frente a mí para escuchar lo que pienso porque lastimosamente se me hizo tarde, no solo estas palabras, sino nuestra loca infancia y juventud, tus carcajadas, tus histerias y tu compleja vida, serán lo que guardaré para siempre. No comprenderé nunca porqué decidiste marchar sin avisar, porqué terminar con una vida que si bien fue dura, fue muy valiosa.
Hoy asimilo con cordura que ya no estarás aquí y rogaré mucho a Dios para que seas un gran ángel, volando en busca de la felicidad que acá no te pudo llenar.
Un día me pregunté cómo sería el momento de tu partida. Irónicamente la muerte se burló en tu cara tantas veces y Dios no permitió que le hicieras caso, cuantas veces el destino quiso cerrar tu mirar, apañar tu sonrisa y sin embargo saliste ileso. Ahora aunque me cueste, tristemente me respondes, no sé si para esto estabas destinado, pero escapaste de todos, menos de ti mismo.

Con todo mi amor, te amará por siempre tu Pri Danny.

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