Ahí es cuando entra esa banda sonora, ahí cuando llega ese sentimiento de impotencia con una mezcla de esperanza idiota. De esta esperanza idiota que se tiene en que algún día, se tendrá esperanza. Ese leve enamoramiento de la nada. Es un vil sentimiento de nostalgia. Es un recordarme mis casi logros, mis “estar a punto” eternos.
A eso sabe el lugar que estoy extrañando y que no existe. A eso sabe mi nostalgia por aquel lugar, sabe a magia que sufre. Sabe a la amargura de tanto intento aún no intentado. Sabe a ese escape que quiere regresar.
Y saber que a esta magia solitaria es superada por la compañía en lo absurdo. Y saber que ese absurdo está "aquí", pero lejos de mi "aquí".
---------------
Pongo la carta en esta botella con el objetivo de que nunca llegue a las manos, ni pantallas de su destinatario. De cualquier modo negaré haberla escrito para él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario